26 de marzo de 2012

AVANCE IMPARABLE DEL FRENTE DE IZQUIERDAS EN FRANCIA.

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18 de marzo, 141 aniversario de Comuna de París. Más de 40.000 personas reunidas en la Plaza de Nation (donde se encontraba la prisión de la Bastilla) para escenificar la propuesta estratégica del Frente de Izquierdas en Francia. El Frente de Izquierdas demuestra su capacidad de movilización llamando a la “insurrección ciudadana” y al cambio político a través de la 6ª República, una de las apuestas de la coalición de izquierdas que aumenta su estimación de voto en todas las encuestas alcanzando ya un 11% de los sufragios para la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Muy cerca por tanto del candidato del partido centrista François Bayrou (12%).

 

Bajo una amplia cobertura mediática, la “toma de la Bastilla” es hoy portada de todos los diarios en Francia con amplios artículos de análisis y presencia de televisiones públicas y privadas, el candidato del Front de Gauche ha pronunciado un discurso sobre el “cambio de régimen” en el país galo. El Front de Gauche seduce al electorado de izquierdas y consigue que sus propuestas tengan eco en el debate político francés. Mélenchon se enorgullece de que dos de sus iniciativas formen ya parte de los programas de conservadores y socialistas. Nicolás Sarkozy ha anunciado la propuesta de gravar a los “exiliados fiscales” y François Hollande incluye ahora un tipo de un 75% para las rentas superiores al millón de euros. “Construimos una fuerza política que se disciplina, adquiere reflejos, una cultura común”, explica el candidato de la Izquierda a la elección presidencial. “Nuestro horizonte no se circunscribe sólo a una o dos elecciones”.



Sea por el discurso de Jean-Luc Mélenchon, por el giro a la derecha de los socialistas o por haberse convertido en candidato predilecto para el electorado verde y para la extrema izquierda (con peso electoral en Francia) lo cierto es que desde la presentación de la campaña en junio de 2011 la formación no ha dejado de mejorar sus expectativas electorales y de movilización. Las claves de este éxito hay que buscarlas en la progresiva unión de la izquierda que ha conseguido atraer a los diversos grupos que la componen.


 


Por un lado los y las comunistas del PCF parecen finalmente entusiastas con el antiguo ministro socialista. En un principio la presencia de Mélenchon en las filas del Frente de Izquierdas no era vista con buenos ojos por la militancia comunista, especialmente entre la JC (Juventud Comunista). Sin embargo el claro discurso transformador y gestos que se han convertido en una marca de la casa como poner la Internacional al final de cada acto público parecen haber seducido a la militancia comunista.



Por su parte, los decepcionados con el PS también forman legión en torno al candidato de la Izquierda. La derechización de los socialistas, su postura sobre la jubilación a las 62 años o el arrinconamiento del ala izquierda socialista han atraído a simpatizantes del Partido Socialista como Stéphanie quien declara al diario Libération: “Encuentro en Mélenchon lo que me gustaba en Segolène Royal; encarnan una nueva forma de hacer política”



Los y las ecologistas huérfanos también son otro caladero de apoyos para Mélenchon. El acuerdo Les Verts-Parti Socialiste ha decepcionado a muchos militantes ecologistas que ven ahora con interés la “planificación ecologista” del candidato del Frente de Izquierdas. El discurso sobre el salario máximo gusta tanto como el referéndum nuclear. “Los ecologistas dudan entre su fidelidad a los Verdes y su atracción por el voto a Mélenchon” asegura Martine Billard ex-verde convertida en copresidenta del Partido de Izquierdas (Integrante de la Coalición).



El sector anticapitalista también forma parte de los apoyos del Frente de Izquierdas. Evidentemente antiguos partidarios de Olivier Besancenot o de José Bové votarán por Jean-Luc Mélenchon aunque su traje republicano con la banda azul, blanca y roja y la Marsellesa (siempre con la Internacional) crean algo de desconfianza entre el sector de la extrema izquierda. No obstante, con más de un 10% de intención de voto Mélenchon es el candidato único de la izquierda radical.



En último lugar encontramos a los abstencionistas. En este campo Mélenchon parece estar sosteniendo una batalla con el candidato socialista. En este grupo se encuentra cerca de un 40 % del electorado francés. Además esta vez la igualdad en el turno de palabra y la lejanía de la segunda vuelta del Frente Nacional facilitan que el electorado considere el voto al Frente de Izquierdas como voto útil antes incluso que al candidato socialista.