20 de febrero de 2014

Los nombres Franquistas desaparecerán del callejero de Irun. Más vale tarde que nunca.

El callejero municipal contaba con denominaciones denunciadas desde hacía años por Izquierda Unida, la izquierda abertzale en Irun, y  por nuestra propia agrupación del PCE-EPK por hacer referencia a militares Franquistas y personas vinculadas a la Dictadura.
Cinco denominaciones cuya supresión se reclama corresponden a tres militares franquistas (Ortiz de Zárate, general Tellechea y general Bergareche) al diplomático José Manuel Aznar, embajador en diversos destinos durante la dictadura, y al periodista y miembro de Falange, Pedro Mourlane Michelena.
El jueves se reunió la Comisión de Calles del Ayuntamiento y puso sobre la mesa la pertinencia o no de modificar esas denominaciones, aunque la decisión definitiva deberá confirmarla en cualquier caso el Pleno de la Corporación a partir de la propuesta que haga esta comisión.
Se cambiarán de denominación las calles con nombres de militares franquistas: Ortiz de Zárate y general Tellechea (ambas en Mendibil) y general Bergareche (en Dunboa). Para las dos primeras se contemplan alternativas que parecen reunir el consenso necesario. Ortiz de Zárate recuperaría su nombre anterior a la Guerra Civil, Nicolás Guerendiain, una reivindicación que abanderan desde hace años Izquierda Unida y la Asociación Republicana Irunesa que, precisamente, lleva el nombre del que fuera alcalde de la ciudad a finales del siglo XIX y de su hijo, fusilado en 1937. Para la calle general Tellechea, el Gobierno propuso el nombre de Maritxu Anatol, activista irundarra que colaboró con la Red Comète durante la segunda Guerra Mundial. 
Por su parte la asamblea del Bidasoa de Ezker Anitza-Izquierda Unida ha aportado a la comisión sus propuestas y aportaciones, entre las que se encuentra la promovida por esta agrupación del PCE-EPK de poner a una calle en la ciudad el nombre de Manuel Cristobal Errandonea; uno de los principales dirigentes civiles de la defensa de Irun ante el ataque militar de las tropas Franquistas. Este Irundarra llegó a tener bajo su mando el batallon Rosa Luxemburgo y fue jefe de la 6º Brigada, la mejor considerada del Ejército de Euskadi. Después de la guerra no pudo volver a ver su querida ciudad de Irun, ya que murió en el exilio en París en 1957 de una apendicitis, al no poder acudir a un hospital por la condición de ilegal que le suponía su militancia en el PCE.

MAUEL CRISTOBAL ERRANDONEA