Efectivamente, el alcalde de Irun ha decidido habilitar la Pza. de San Juan para los días 29 y 30 de Junio. Esto significa detener la obra, rellenar con grava los pivotes que hay hechos con 25 metros de profundidad, echar un asfaltado, poner un vallado perimetral especial y tomar excepcionales medidas de seguridad; para a la semana siguiente sacar la grava, derruir el asfalto y cambiar la vallas, todo ello por un coste que en principio se calcula en 114.694 euros con IVA.
Un derroche escandoloso que no encaja con la cacareada austeridad que preconizan. Muy significativo que se haya tomado esta decisión en la misma semana que se decidía congelar las pensiones, reducir el sueldo a los trabajadores públicos, la dependencia o ayudas al desarrollo. Está claro que para este ayuntamiento la austeridad es una veleta sujeta a intereses particulares.
Pero además estamos convencidos de que no se han barajado todas las posibilidades y alternativas en la modificación de recorridos y horarios de ambos alardes y que ninguno perdería vistosidad por una modificación transitoria para este año.
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