Nuestro cuerpo no tiene precio
Secretaría de la Mujer del PCE / 25 nov 08
25 de noviembre, continúa la lucha contra la violencia de género
La explotación sexual nos afecta al conjunto de las mujeres, al igual que otras formas de violencia de género. La reivindicación de un mundo sin violencia, sin explotación sexual, en igualdad, es sin duda un mensaje prioritario con el que las mujeres debemos salir a la calle este próximo 25 de noviembre.
La prostitución es una forma extrema de violencia de género, que sigue sumiendo en la esclavitud a miles de mujeres, la inmensa mayoría inmigrantes, pobres, procedentes de la miseria, vulnerables a la explotación de cualquier tipo por necesidad. La prostitución es, no sólo un problema de género, sino de clase, y acrecentado por globalización neoliberal. Ante esta situación, el reglamentarismo contemporáneo, con sus cínicas propuestas, legitima el uso sexual de las mujeres empobrecidas del mundo, a cambio de un precio.
Hoy, algunas administraciones públicas, y los poderes fácticos de siempre, confunden intencionadamente ocio con explotación y violencia extrema contra las mujeres, y revisten con el nombre de "industria del sexo", a un imperio económico globalizado, del que se benefician los países más ricos, en cuyas alcantarillas se esconde el drama de millones de mujeres, que son explotadas por hombres, jóvenes, mayores, de izquierdas y de derechas, prostituidores cómplices de la desigualdad.
Es esencial que los poderes públicos que han adquirido un compromiso formal con la igualdad, den pasos hacia la abolición de la prostitución y, por tanto, hacia la erradicación de esta violencia sexista, apostando por un modelo social que desapruebe y deslegitime a los hombres que compran cuerpos de mujeres.
Es fundamental hacer un fuerte esfuerzo presupuestario para implantar medidas integrales de apoyo a aquellas mujeres que no tienen recursos, tanto para las que están ya atrapadas en el sórdido mundo de la prostitución como para las que están a punto de entrar y engrosar las escandalosas cifras de mujeres sometidas a esta violencia. Es imprescindible crear las condiciones para que todas ellas puedan abandonar la prostitución con garantías de seguridad y empleabilidad.
Para esto no valen atajos, como el nuevo "Plan Integral contra la Trata con Fines Explotación Sexual" del gobierno socialista, que desatendiendo la recomendación de la Comisión Mixta Congreso-Senado sobre los Derechos de la Mujer", aborda únicamente el problema de la trata, eludiendo igualmente su obligación a la hora de obligar a los medios de comunicación, esencialmente a la prensa escrita, para que no publiciten anuncios de venta de carne de mujeres. Por otra parte éstos medios, así como las tecnologías que tienen el poder de crear imaginario, deben corresponsabilizarse en el despertar de la conciencia social para que la sociedad se posicione activamente en contra de cualquier forma de violencia o vejación de las mujeres.
Este el mensaje al conjunto de la sociedad que lanzamos las mujeres comunistas y, por ende, abolicionistas: el cuerpo de las mujeres, nuestro cuerpo, no debe tener precio.