Mientras que Hungría acaba de tomar las funciones de la Presidencia de la
UE, ve la luz esta ley que es un ataque extremadamente grave a la libertad
de prensa en este país, a la que van a seguir después otras, que cuestionan
los derechos humanos y democráticos y que cuentan con el apoyo de la derecha
del Parlamento Europeo.
Esta deriva ultra-autoritaria y fascistoide debe ser denunciada, y a ser
posible venir acompañada por la movilización de las fuerzas progresistas
europeas, para exigir que el Gobierno húngaro retire esta ley de censura de
los medios de comunicación.